Al otro día de terminar el programa de Entrenamiento en Ventas, en una cita para la labor de asesoría, mi jefe me pidió acompañarme.
Antes de la cita no organicé el maletín, recogí a mi jefe, llegué unos minutos tarde a la cita, era un cliente referido muy importante, no confirmé la cita, la persona no estaba. Finalmente le pregunté a la secretaria si podía hablar con la persona encargada, afortunadamente nos recibieron, esta persona me pidió una tarjeta y no tenía.
Esto era común para mi, pero esta vez después de haber recibido el Entrenamiento para Vendedores me impacto demasiado, analicé todos los aspectos malos de la visita.
Mi jefe, que no ha recibido el entrenamiento, no entendía porque fue tan mala si finalmente nos recibieron.
Definitivamente soy más exigente desde que cuento con las técnicas y herramientas adecuadas del Entrenamiento.
Entrenador Gabriel Jaime Soto, Estrategia en Ventas.