Muchas empresas celebran tener un gran cliente que representa la mayoría de sus ingresos. Sin embargo, depender de un solo cliente puede ser una bomba de tiempo para la rentabilidad. Si ese cliente se va, ¿qué queda? La Gestión de Cuentas Clave (GCC) te enseña a desconcentrar ese riesgo, diversificando tus fuentes de ingreso estratégicamente.
En un entorno B2B, es común que un pequeño porcentaje de clientes concentre gran parte de las ventas. Pero, esta «concentración de rentabilidad» puede ser una debilidad. El reto está en identificar otras cuentas clave potenciales y desarrollarlas para que también aporten valor al negocio.
A través de un modelo estructurado de GCC, se segmentan los clientes actuales según su potencial y rentabilidad. El Key Account Manager (KAM) define planes personalizados para convertir cuentas medianas en nuevas estrellas del portafolio. Con herramientas como CRM, mapeo de stakeholders y KPIs, es posible trazar estrategias de expansión con cada cuenta.
Ventajas y beneficios
- Reduces el riesgo financiero de perder a un gran cliente.
- Identificas nuevas oportunidades de crecimiento en tu base de clientes.
- Generas estabilidad y previsibilidad en tus ingresos.
- Potencias la lealtad de múltiples clientes, no solo uno.
¿Estás listo para dejar de depender de un solo cliente? Inscríbete en nuestro curso de Gestión de Cuentas Clave y aprende cómo diversificar tu rentabilidad de forma estratégica. ¡Haz crecer tu portafolio de clientes rentables hoy!